11 de junio de 2009

Reflexiones sobre la amistad

Cuando nos gusta alguien,
bien como pareja,
bien como amistad,
es porque reúne una serie de requisitos,
casi siempre intangibles,
que llamamos "forma de ser".

Si esa persona,
cambia su forma de ser,
especialmente de forma radical,
o repentina,
no tiene por que seguir gustándonos.

La mayor hipocresía de la humanidad,
es ir soltando a viva voz,
"si es tu amiga tienes que aceptarla tal y como es".

Cierto es en parte,
pero si cambia,
"ya no es como es",
es de otra forma,
y "tener que aceptarla",
sería una hipocresía,
para ambas partes.

La gente cambia,
evoluciona,
es natural,
y ha de ser aceptado,
pero cuando alguien cambia de tal forma,
que entre el ayer,
y el hoy,
sólo coincide el nombre,
hay que revaluar los sentimientos.

Por poner un ejemplo,
vuestra mejor amiga,
pasa de un día para otro,
a hablar de otra forma,
escuchar otra música,
vestir otra ropa,
fijarse en otras cosas,
¿de verdad sois capaces de aceptarlo?

Lo dudo,
y cómo dijo un filósofo,
hace muchos años,
"el que esté libre de pecado que tire la primera piedra",
y nadie lanzará ninguna hoy.

Un saludo,
Luna Bathareth