Al fin llegó,
esa esperada carta.
No podía aguantar la angustia,
mi ansia por leer,
las noticias de mi amiga,
los pormenores de su viaje,
y todos los sitios que ha conocido.
Me dirigí rauda,
al sillón,
con el amarillento y seco sobre,
en mis manos.
Me dejé caer sobre el espaldar,
liberando mi cuerpo,
sobre los reposabrazos,
y con tembloroso pulso,
abrí mi tan ansiado recuerdo.
En otras ocasiones,
mi amiga,
me había enviado,
grandes postales de maravillosos lugares,
hermosas fotografías,
siempre acompañadas,
de un ameno relato,
de sus andaduras de mochilera.
Pero ésta vez...
Dentro de el gran sobre...
Sólo encontré,
marchitos pétalos de almendro,
manchados de rojo,
que con una expresión de espanto,
no pude sino dejar caer del sobre,
por su propio peso,
mecidos por el aire.
Al final del sobre,
cayó una pequeña nota.
Manuscrito se leía en ella,
"Siempre estaré contigo"
¿Por qué a veces aguantamos tanto?
Hace 5 años
1 comentario:
buen Poema Nati.. muy bonito
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