7 de marzo de 2010

Inmortalidad

Me siento a pensar,
observo ante mis ojos el andar de las centurias,
las costumbres abandonadas,
los países derruidos,
los humanos convertidos en polvo.

Polvo son y en polvo se convierten.

Soy consciente de mi inmortalidad,
observo las caras que crucé en mi camino,
las personas a las que le otorgué mi confianza,
aquellas a las que se la retiré.

Pero la inmortalidad...
tiene un precio...
finalmente, nadie queda a tu lado.

Todos perecen o se marchan a otro lugar.

Es el precio inevitable de la inmortalidad.

Pero no es el único precio.
No, cuando no puedes olvidar,
la inmortalidad es una acumulación constante,
eterna, de sentimientos,
tanto buenos como malos sentimientos.

El amor, la alegría,
el dolor, la pena,
un conjunto inacabable de datos,
información, sentimientos.

Inmortal.

Ese es mi precio.

Inmortalidad.

¿Quién quiere compartirla?

2 comentarios:

Carolina dijo...

Muchas gracias por las palabras que me dedicas siempre en mi blog. Me animas a escribir y eso es muy grato. Poca gente de mi alrededor lo hace, creo que no les gusta que siempre escriba cosas tristes, pero cuando escribo es cuando mas soy yo realmente y aunque siempre mantenga una sonrisa en mi cara, y haga que todo mi alrededor sea alegre, yo no puedo dejar de sentirme triste por dentro.
Esto ultimo que has escrito me gusta mucho. Me he identificado con ello. Y mas en la parte en la que no puedes olvidar, o en la que todos perecen o se marchan a otro lugar.
Sigue escribiendo como tu sabes!!!

Carolina dijo...

Gracias :) (leo lo que me has facilitado y te contesto alli).